Su formación se remonta a fines de los años 90, cuando sus trabajadores se organizaron al modo de una cooperativa para superar el proceso de quiebra iniciado en 1998 por los dueños de la empresa La Brava S.A., que había dejado sin empleo a más de 30 familias.

Por medio del acompañamiento del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y de la participación de sus trabajadores en el Movimiento Tierra y Liberación (MTL), se logró revertir la situación. Aquella fábrica cerrada abrió sus puertas para iniciar el camino de la recuperación.

 

En 2004, MTL La Brava logra superar el proceso de quiebra y compra en remate los terrenos y las instalaciones de la ex sociedad anónima, para convertir a esta fábrica de extracción de sodio en un símbolo del trabajo cooperativo del norte argentino. Fueron los propios trabajadores quienes identificaron que la producción de ese mineral ya no era rentable, por lo que resolvieron dedicarse a la fabricación de briquetas y al embolsado de carbón vegetal, extraído en la provincia de Santiago del Estero.

Mediante uno de los programas de Desarrollo Social, la cooperativa fue la primera en inscribirse como Marca Colectiva. De esta manera, accedieron a un signo distintivo para garantizar la calidad de sus productos. Además, lograron mejorar los ingresos del emprendimiento gracias a la participación en ferias organizadas por la cartera social. Las mismas son realizadas para generar oportunidades de comercialización, promoción e intercambio para emprendimientos de la Economía Social.

 

En la actualidad, la cooperativa MTL La Brava apuesta a una economía sustentable, donde tiene la oportunidad de participar abiertamente en todos los mercados del país. Comercializan su producción en las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Chaco, Buenos Aires, Chubut, Río Negro, Santa Cruz y Ushuaia. Próximamente exportarán a Brasil.

La organización y la solidaridad gestada en el vínculo entre los trabajadores de la cooperativa MTL La Brava es un ejemplo más las potencialidades de la economía social para brindar mayor inclusión e igualdad de oportunidades a emprendimientos productivos de todo el país.

 

El esfuerzo de los compañeros sirve como ejemplo de la potencialidad del asociativismo para generar oportunidades equitativas con perspectivas de desarrollo. El Programa Nacional de Microcréditos en el que nuestra Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina participa mediante la Red FECOOTRA-FACTA ofrece a los emprendedores de todo el país el apoyo financiero que le niegan las entidades del capital concentrado y ha logrado que cientos de productores argentinos vean hoy que es posible tener otra economía, con otros valores y con un carácter eminentemente colectivo y al servicio del pueblo.