La empresa Fabricaciones Rosario se dedicaba desde 1977 a la producción de piezas del rubro automotor, como expansores para aros de pistón, válvulas y componentes para equipos de GNC, carburación y resortes, siendo proveedora de importantes empresas del sector, llegando en su momento más óptimo a exportar sus productos.

En el año 2013, luego de varios meses de no pagar sueldos, no reponer mercadería e insumos y, la incapacidad para responder a los pedidos de sus clientes, la empresa entró en crisis y muchos trabajadores decidieron irse a buscar otros empleos, provocando una disminución en la planta de 60 a 25 trabajadores.

Estos trabajadores se quedaron en la fábrica durante meses e intentaron a través de sus representantes gremiales resolver el conflicto, pero sus empleadores no dieron respuesta. Frente a ello 2o trabajadores decidieron organizarse para defender su fuente de trabajo manteniendo la fábrica en funcionamiento y,  recibiendo el apoyo de los clientes de la empresa, dieron nacimiento a la Cooperativa de Trabajo Fabricaciones Rosario Lda.

En el mes de mayo de 2013, la justicia dictó la quiebra de la empresa metalúrgica y posteriormente a esta medida tramitaron una petición para poder continuar con la explotación de la planta.

En septiembre de 2016, la cooperativa de trabajo logró la adjudicación sin costo para la cooperativa de las 50 máquinas para la producción y rectificación de piezas metalúrgicas valuadas en $1.400.000, que pertenecían a los ex dueños de la empresa.

Actualmente son 12 asociados que se dedican a la fabricación de válvulas de carga, de cilindro, electroválvulas, piezas de GNC y resortes.

Su principal objetivo para el 2018 es poder adquirir un inmueble que les permita conseguir la estabilidad productiva que necesitan ya que hasta este momento la cooperativa alquila el inmueble en donde estuvo la planta productiva durante toda su historia, pero los montos a los que asciende el mismo dificultan la continuidad de la empresa. El principal objetivo es obtener una línea de subsidio estatal o tener acceso a un crédito blando que les permita llevar a cabo dicha operación.

Una vez superada esta instancia, los trabajadores se proponen incorporar y formar asociados jóvenes para garantizar la continuidad de la empresa cooperativa en épocas futuras.

 

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