Una vez más, el sector cooperativo se suma en defensa del territorio y sus habitantes. Que la tragedia no nos sea indiferente.
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Lamentablemente, los incendios durante la época de verano en nuestro país no sorprenden como noticia. Según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil, en lo que va del 2025, se registraron más de 3 mil focos de incendio en territorio argentino. Ello significa que en menos de un mes y medio ya se consumieron casi 300 mil hectáreas.
La Patagonia argentina arde desde el 15 de enero. En Chubut comenzó en la zona de Epuyén y, aunque hoy esté controlado, consumió 3.530 hectáreas de bosques nativos, arbustos, matorrales y pastizales. A ello se suman otros pequeños focos activos en zonas aledañas. En Neuquén, en el Parque Nacional Lanín, fueron 2.651 hectáreas arrasadas por el fuego. En el Parque Nacional Nahuel Huapí son cerca de 10 mil las hectáreas incendiadas hasta la fecha. En total, el fuego ha quemado más de 15.000 hectáreas en las provincias de Río Negro y Neuquén.
En la localidad de El Bolsón, Río Negro, la situación es muy angustiante. Desde que comenzaron los incendios, ya se vieron afectadas al menos 3.400 hectáreas. “Ya hay más de 3.000 hectáreas y 1.000 evacuados y también más de 150 familias damnificadas. Estos relevamientos no son definitivos ya que los incendios siguen y los resultados no son los definitivos hasta que todo este infierno pase” narra Jesica Castillo, Presidenta de FESSCA, Federación de la Economía Social de la Comarca Andina.
El estado actual del incendio en esa localidad es que sigue activo, en alerta. Aunque las lluvias facilitaron el trabajo de bomberos voluntarios, brigadistas y voluntarios autoconvocados, se depende de las condiciones climáticas, sobre todo del viento, para poder controlar la situación.
Desde FESSCA, en la voz de Cecilia Ruiz, integrante del Consejo de Administración de la Federación, se explica que toda la comarca, todas las personas que viven allí, se ven afectadas. “Obviamente la tristeza y el dolor que estamos teniendo todos en la comarca también nos afecta en nuestra salud mental y queda como reconstruir muchos lugares. Hablo del medio ambiente y hablo también de estas casas y de estos vecinos que se tienen que volver a rehacer su vida y su vivienda. Estamos viviendo unos días de mucho miedo y de mucha incertidumbre”.
Según datos del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), en el 95% de los casos los incendios son provocados por la acción humana. Es de público conocimiento que los incendios en la comarca andina son intencionales y que tienen como objetivo la explotación del suelo para negocios inmobiliarios y el uso del fuego para la preparación de áreas de pastoreo.
En un informe realizado por el portal Chequeado, especialistas afirman que existen además factores naturales vinculados al cambio climático que contribuyen a estos desastres: sequías prolongadas, déficit de precipitaciones, vientos intensos y temperaturas extremas que han aumentado en frecuencia e intensidad en los últimos años, generando condiciones de mayor inflamabilidad del paisaje.
A esta grave situación se suman las políticas actuales de gobierno que lejos están de pensar en la búsqueda de soluciones… se acercan más a la idea de abandono.
El Servicio Nacional de Manejo del Fuego ejecutó solo el 22% del presupuesto 2024, lo que representa un 81% menos en términos reales que en 2023, según datos de la Oficina Nacional de Presupuesto analizados también en el informe presentado por Chequeado. Los fondos de esa entidad sirven tanto para la prevención como para el combate de los incendios: brindan personal capacitado, recursos logísticos y operativos y medios aéreos para combatir los incendios. Desde diciembre del 2023 el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) depende de la cartera de Seguridad dirigida por Patricia Bullrich. Hoy esa área ha sufrido gran cantidad de despidos y la falta de materiales necesarios para llevar a cabo su trabajo.
Desde FESSCA explican que la comunidad se está organizando para tratar de combatir el incendio en El Bolsón. “Hay muchos voluntarios, brigadistas y bomberos que son vecinos y vecinas nuestras que están combatiendo el fuego, evacuando, digamos como llamamos los héroes anónimos pero para nosotros no son anónimos porque son vecinos y vecinas nuestras” dice Jesica, Presidenta de la entidad.
El movimiento cooperativo no quiere ser indiferente a estos momentos en que más se necesita de lo colectivo para salir adelante. Emiliano Vega, integrante de la Cooperativa El Salto, parte de FESSCA, explica que se organizaron de manera tal que a la mañana se lleva a cabo todo el trabajo comunitario y a la tarde las tareas de cuidado propias de su cooperativa. Es decir, por la mañana cocinan viandas para repartir a las comunidades que necesiten, hacen acopio de materiales necesarios y organizan las donaciones. Por la tarde invitan a su espacio a peques de familias que perdieron su casa o que están afectadas por el incendio o están evacuadas.
Además, tienen un alias donde reciben donaciones de dinero para comprar el equipamiento necesario para hacer el control de cenizas y prevenir que el fuego se expanda. Incluso con ese dinero se asiste a las brigadas organizadas autogestivamente con la compra de mangas, motobombas, lanzas para combatir el fuego, combustible y alimento para los animales que también han sido evacuados.
Ante la situación angustiante que se vive en nuestro territorio patagónico, ante el atropello de las comunidades, la prioridad de negociados frente a la preservación del ambiente y la búsqueda del desarrollo sostenible que incluya a todas las personas, el cooperativismo no correr la mirada.
La salida siempre es colectiva.
Si querés enviar tu donación podés hacerlo a elsalto.coop.mp COOPERATIVA DE TRABAJO EL SALTO LTDA.
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